El piloto del Motoclub Fuente Álamo Manu Rivas consiguió la tercera victoria consecutiva en el Campeonato de España de Supercross en la prueba celebrada ante más de trece mil espectadores en el circuito ‘La Torrica’ de Fuente Álamo. Rivas se impuso en las dos mangas clasificatorias disputadas por delante de Álvaro Lozano y Adrián Garrido, segundo y tercero.
Por su parte, el actual campeón de España Javi Remacho, que tendrá que pasar por el quirófano debido a sus problemas en su rodilla, no quiso perderse esta cita y realizó un cuarto y un sexto puesto.
En la Copa KTM la victoria en las dos mangas fue para Jordi Zaragoza, imponiéndose en la primera de ellas a sus competidores Elías Valdés, Iván Rus, Maximiliano Martínez y Francisco Haro. El podio quedó configurado con Jordi Zaragoza en primer lugar seguido por Francisco Haro y Elías Valdés.
En 125 c.c. Héctor Orts venció en la primera manga con Dani Torres, segundo; Pablo de la Rosa, tercero; Carmelo Gutiérrez, cuarto; y Manuel F. Rico en el quinto puesto. En la segunda manga Dani Hernández fue primero; Héctor Orts segundo; Dani Torres, tercero; Carmelo Gutiérrez, cuarto. Manuel F. Rico se hizo con el quinto lugar pese a sufrir una caída en la que se rompió tres dedos del pie derecho. Peor suerte tuvo José Manuel Zambudio ‘El chapas’, que había sido sexto en la primera manga, pero que sufrió una fractura en su muñeca izquierda que le impidió continuar. El podio final estuvo conformado por Héctor Orts en lo más alto del cajón, seguido por Torres y C. Gutiérrez.
En la superfinal, Manu Rivas puso al público en pie y con su dominio y espectacular pilotaje acabó imponiéndose al resto de favoritos, e incluso se permitió bajar el ritmo y dedicar algunos saltos a los aficionados que seguían la prueba. Rivas estuvo acompañado en el podio por los pilotos Shiro, Álvaro Lozano y Javi Remacho. Adrián Garrido fue cuarto, y William Poll, quinto.
En la exhibición de saltos Nicolás Ortuño estuvo pletórico y ofreció una serie muy bien elaborada. Sidney de Andrés, Dani Torres y el francés Manu Troux -haciendo el Back flyp- levantaron al público de sus asientos. Fue una noche mágica e inolvidable para cuantos se acercaron a la catedral del supercross donde como cada año tampoco faltó el castillo de fuegos artificiales antes del inicio de la superfinal, a la altura de lo esperado.