El madrileño Jonathan Barragán fue el mejor representante de la escuadra española en tierras holandesas y su resultado permitió finalizar en una meritoria 12ª posición por delante de equipos tan potentes como Australia, Irlanda o Italia.
Los ganadores fueron los belgas, por delante de los anfitriones holandeses y de los franceses que al final fueron terceros.
En un terreno nada favorable para los españoles el joven Barragán realizó dos excelentes mangas que le llevaron a finalizar 4º y 6º entre las MX2 de cada manga, quedando por delante de muchos pilotos de MX1 y Open, entre ellos Steve Ramon, Antonio Cairoli, Sebastien Pourcel, etc.
Los otros dos representantes del equipo español, Carlos Campano y Jordi Viladoms, realizaron un papel acorde con sus espectativas, siendo Campano, más habituado a correr con los mundialistas, el que rodó más cómodo, mientras que Viladoms hizo lo que pudo, concentrado sobretodo en finalizar las mangas sin percances que penalizaran al equipo.
En la parte delantera de la clasificación se situó el equipo belga, con un potente equipo capitaneado por Stefan Everts, quien ganó las dos mangas en las que participó, Kevin Strijbos, 2º y 6º y Steve Ramon, 13º y 7º.
Segundos al final, fue el equipo de casa, formado por Marc De Reuver, quien rodó al mismo ritmo que Everts sobre una 250 2t, finalizando por detrás del belga en las dos mangas, Erik Eggens y Bas Verhoeven.
Terceros al final fueron los franceses, liderados por Pichon, 1º y 3º, junto con Pourcel y Antoine Meo, quien rodó mucho más fuerte de lo que le hemos visto a lo largo de la temporada mundialista.
Carreras emocionantes, mucho público 16.000 personas y ambiente «Olímpico» con los fans equipados con banderas de su país y los pilotos trabajando en equipo. En definitiva, no se ha echado de menos a los «yankees», pero que duda cabe que con ellos en pista el espectáculo y la emoción, por ver donde se hace mejor motocross, es mayor.