A PONERSE LAS PILAS O ESTO SE ACABA!!
Tengo una motocicleta a la que el fabricante pegó este aviso:
“Este vehículo es para uso exclusivo fuera de carretera. No utilice su moto en calles, carreteras, autopistas ni ninguna vía pública. Utilice su vehículo de forma legal”.
Este vehículo pasó una inspección técnica y fue homologado para la circulación, tiene una matrícula, un seguro y paga un impuesto de circulación. Además pasa periódicamente sus revisiones en la ITV. Sin embargo es un vehículo al que no puedo dar el uso para el que fue construido; con el que sólo puedo circular por dónde el fabricante me dice explícitamente que no lo haga. Alguien me está engañando. Soy objeto de una estafa, de un fraude. Si ya ha pasado la época de estos vehículos, si se han vuelto ilegales, entonces ¿por qué me siguen cobrando un impuesto de circulación? Si no puedo circular con él, ¿por qué estoy obligado a pagar un seguro? No lo estoy, esa es la cuestión. Y por eso me siento estafado.
Creo que ya es hora de que vayamos contra todos; también contra los fabricantes y distribuidores y, sobre todo, contra los políticos. Porque esta es una cuestión política, que afecta a nuestros derechos. No pedimos hacer lo que nos de la gana, no estamos pidiendo carta blanca. Estamos siendo objeto de una persecución arbitraria, apoyada en argumentos absurdos, cuando no completamente falsos. La única razón para sacarnos del mote es estrictamente estética, o sea un eufemismo de urbanística: “molestamos”, “estropeamos la postal”; y así no se pueden vender chalets en la sierra. Y para eso se está recurriendo a los aparatos del Estado, que es el que debe garantizar nuestros derechos. Es una cuestión política, de incorrecta gestión de los recursos, en lugar de convertir a nuestro colectivo en un negocio para las zonas rurales lo persiguen amparados en un descabellado concepto de “desarrollo sostenible” y en un ecologismo infantil y estúpido que no consigue ninguno de los fines en los que justifica sus decisiones: sigue habiendo incendios, sigue degradándose los entornos naturales y siguen negras las perspectivas del mundo rural. Lo que sí es un negocio para entidades privadas y financieras es “invertir en el monte” a través de la “obra social” de fundaciones como La Caixa y Caja Madrid; por no decir las administraciones locales con las declaraciones de “parques naturales”.
Es un negocio redondo. Si alguno sabe historia podría comprender muy bien cómo las cajas de ahora están siguiendo la misma estrategia de los conventos medievales. Ningún noble tenía recursos suficientes para roturas las tierras conquistadas a los árabes; así que los órdenes religiosas se encargaron de colonizar zonas despobladas y de transformarlas en campos de cultivo. La Iglesia no tiene prisa. Ahora esa política la llevan a cabo las cajas de ahorro. ¿Dónde invertimos los beneficios que no deberíamos tener? En “obra social”. Compramos montes y ahí los tenemos, no hay prisa. Cada día valen un poco más, cada día las administraciones públicas acondicionan mejor los accesos, asfaltan carreteras, se abren hoteles rurales, etc. Y nosotros somos los “cuidadores del suelo”, los albaceas de la riqueza natural que los turistas, potenciales propietarios, quieren disfrutar.
Pero amigos a mi me importa poco cómo haga negocios cada uno; yo lo que quiero es que me dejen practicar mi deporte y, repito, no como me de la gana. Que hagan su ley, una ley que respete la naturaleza, que proteja las zonas vulnerables y la propiedad privada, que sancione al que no cumpla con lo establecido, pero que no limite mis derechos de forma arbitraria. Que permita el desarrollo de una afición que, además es la forma de ganarse la vida de muchos negocios y que podría ser el pan de muchos más. Que genera turismo; no turismo de barra de bar y paella en la playa, pero un turismo que, al fin y al cabo y por minoritario que pueda ser, es la solución para el hotel rural y el restaurante de pueblos con 200 habitantes, que no pueden vivir sólo de las Noche Viejas y la Semana Santa.
Por eso enduristas, trialeros, quad-drivers, en fin off-riders todos, con o sin vehículo, defensores de los derechos de los ciudadanos y gentes a las que les toquen las narices que sucedan estos atropellos, y encima con todas las de la ley; vamos a plantear una reivindicación simple y unánime: “queremos una regulación para el uso deportivo de montes, caminos, veredas y áreas rurales”. Exijamos esa regulación y luego ya veremos, porque a día de hoy en toda España “rodar con un vehículo a motor por pistas forestales y por cuenta propia está expresamente prohibido”.
Por cierto, los de las bicis deberían despabilar por aquello de cuando veas las barbas de tu vecino cortar…
si estas de acuerdo con este e-mail hazte un favor a ti mismo renvíalo a todo el mundo que pueda estar interesado, y federaciones, motoclubs, marcas, tiendas, y politicastros de todo pelaje, al congreso, al ministerio, a la ministra y a la santa madre que la parió
Perdon por el ladrillo, si habeis llegao leyendo asta aqui os invito a unas cañas ggg
Envia este mensaje a 2894325784 personas o sino subira el demonio del infierno y se cargara la moto off road
algo habra que hacer no? si sirve de algo pues bien y si no pues na, porque al paso que vamos el enduro desaparece, y sino tiempo al tiempo
y con el enduro muchos circuitos de cross..
vivimos en ESpaña, pais de subnormales q cmbian un voto x un acto...q esperais q vaya algo bien? Os kejais de cuando un piloto mete caña a la fede y a los motoclubs q SON LOS Q VERDADERAMENTE TIENEN LA CULPA, y ara llorais? Yo ya paso de decir nada, cada vez q se toca este tema, leo muxas estupideces.