KAWASAKI KRT: el SUEÑO de Roger Pourcel, ahí va el tocho, sorry for that, dudes:

En la vida todos tenemos un sueño, unos fantasean con un Ferrrari, otros con una carrera universitaria, con un éxito profesional, con un amor, con una propiedad impresionante o simplemente con ser felices.
Pero para ser felices muchas veces nos ponemos una bombillita que cada día se enciende y decimos “esto yo lo voy a conseguir algún día” aunque en realidad pensemos que quizás jamás conduciremos ese Ferrari o tendremos esa mansión, porque “hay que ser realista” y eso nos impide creer más firmemente en nuestro sueño.
Eso es así en muchas personas y en algunas otras ese sueño está tan vivo en su mente, piensan tanto en él, que cada acción que hacen, cada pensamiento que tienen, lo dirigen a lograr que se cumpla ese sueño y hacen todo lo que está en su mano para conseguirlo.
Pues bien, Roger Pourcel era un señor francés que tenía la vida solucionada. Su profesión era CARNICERO, tenía una carnicería propia que adquirió después de haber trabajado un tiempo para su hermano mayor del cual aprendió el oficio durante 10 años.
El matrimonio Pourcel tuvo 2 hijos , Sebastien y Christophe, a los que su padre los empezó a llevar a las carreras ya de pequeñitos. Sebastien el mayor lo hacía bien en 65cc y Roger decidió que también corriera Christophe, el cual siempre al amparo de su hermano evitaba cometer todos los errores de juventud que veía cometer al mayor. Pasaban los años y crecián las motos que usaban, la categoría pasó progresivamente por 50-65-85-125-250 4t y los dos hermanos evolucionaban parejos en el motocross, pero el que era un verdadero crack era el pequeño Chris. Sebastien era muy bueno, pero Chris mucho más.
Roger estaba en la carnicería y siempre que podía se escapaba con sus hijos para que entrenaran. A los 35 años tomó una decisión, después de varios títulos de Campeón de Francia de Christophe. Entonces Roger decidió que tenía que hacer algo con ese hijo tan dotado para este deporte y tomó una decisión que en su entorno nadie entendió. Viendo que para evolucionar correctamente en el motocross profesional se necesitaba un dispendio enorme de dinero y que todas sus horas cortando carne las pasaba pensando en ir a preparar las motos y a entrenar, decidió vender todo lo que tenía y dedicarse solo al motocross y sus dos hijos. Su árbol de Navidad estaba decorado con pequeñas motos, sus fotos en casa, su vida tenía ese motivo.
Vendió su carnicería, vendió su casa y reunió una buena cantidad de dinero. La gente y su familia directa lo tomaron por loco. Directamente.
A los 35 años sin casa, sin negocio y sin otra expectativa que correr motocross se fueron él, su mujer y sus dos hijos a vivir a un camping, en una caravana ¡!!
y así Roger tenía el presupuesto que necesitaba, la movilidad para entrenar donde quisieran y cuando quisieran y no tenía que trabajar en algo que no le apasionaba.
Tan fácil, pero tan difícil!
Hace falta mucho coraje, mucha determinación y una claridad de ideas importante para tomar ese paso, para vender todo y así poder dedicarte a entrenar cuando y donde quieras, sin las limitaciones propias de un trabajador, pero siendo padre de familia y arriesgando a toda la familia en ese empeño.
Pero Roger tenía ese sueño, esa lucecita que le empujaba cada mañana y decidió vivir la vida a tope, hacer lo que le llenaba y cuando alguien le cuestionaba su decisión siempre decía “ al fin y al cabo si todo fallase siempre podría volver a trabajar de carnicero y todo estaría resuelto”
Los motores de sus pequeñas Kawasaki los acostumbraba a llevar en secreto a preparar a Holanda a un preparador de mucho renombre del que todos habréis oído hablar: Jan de Groot.
Sin que nadie lo supiera Roger llevaba allá los motores y al no tener residencia fija podía instalarse en Belgica o en Holanda y entrenar el tiempo que hiciera falta a sus hijos en la arena, la lluvia, la niebla o lo que hubiera.
Así nació una amistad entre Jan de Groot y Roger que duró años y no fue la única, también trabó amistad con el dueño de GEPA MOTO en Bélgica, adonde él solía ir a buscar recambios para sus Kawasakis. El dueño era Patrick Gelade con quien enseguida trabó amistad Roger Pourcel.
Patrick venía de perder a un hijo en un accidente en una carrera de motocross y necesitaba olvidar el terrible incidente. Ligado a las motos como estaba con su tienda habló con Roger de montar un equipo y así tener un nuevo reto en la vida y poder pensar en otras cosas. Roger que en el fondo es un buenazo, quiso hacerle feliz y accedió a montar ese team juntos. El nombre era una simbiosis de los nombres de ambos: Gelade-Pourcel-Kawasaki-Racing
Y así nació el Gran Prix Kawasaki Racing GPKR que durante un tiempo vimos en el Mundial. Buscaron patrocinadores, los encontraron enseguida, encararon su primer Mundial y Christophe lo ganó. A la primera.
El 2º año fue bueno también pero Christophe se lesionó y Sebastien que como de costumbre siempre había militado en la categoría superior a la de su hermano este año pasó a MX-1 haciendo un 4º que no está nada mal. Ser el hermano mayor no siempre es una ventaja, más bien en su caso era un lastre, dado que como Christophe siempre es la estrella si seguían juntos en la misma categoría a Sebastien nadie le hacía ni caso.
Luego ya la historia continuó con la marcha de Christophe al Motocross USA y el equipo contrató a Kevin Strijbos al lado de Sebastien para internacionalizarse y profesionalizarse más aún si cabe. Strijbos es un piloto difícil, técnicamente exige muchísimo, pide motores que se adapten a él y a su pilotaje y Japón les envió hasta 3 tipos de motor diferentes. Luego no hizo nada. Los ingenieros iban de cabeza con sus exigencias y no paraban de innovar pero al final nada le servía. Quizás este año nuestro Jonathan Barragan con mucho menos hará mucho más.
Por fin GPKR terminó su andadura cuando Patrick Gelade tuvo otro hijo y quiso dedicarse a él en tiempo completo. Perder un hijo es lo más dramático que un hombre puede vivir y poder tener luego otro le hicieron dar un paso atrás y pedir su 50% y largarse.
Después de largos años en la ruta Roger tenía una idea fija en la cabeza, que era tener su propio Team, por lo que cuando suceió el fatal desenlace de Jan de Groot, Roger se puso en contacto con su amigo Tierry Chizat Suzonni, del Tema CLS (Chizat-Luisetti-Salhi) y le planteó ir a ver a la viuda de De Groot y plantearle que les vendiera el Team a ellos dos.
Ambos estaban cansados de estar asociados a Managers de Teams que tenían como objetivo hacer publicidad con el Team de su negocio particular de venta de motos o de preparación de motores y querían actuar en plena libertad y sin pensar en vender motos, sino en funcionar lo más profesionalmente posible con su equipo de competición. Los dos estaban de acuerdo y se fueron a hablar con Helen de Groot.
Helen, que ya había anunciado su intención de vender al acabar el año los entendió enseguida y se ilusionó con el proyecto y les escogió a ellos frente a otros inversores que optaban a la compra.
Roger invirtió en ese proyecto todo lo que había acumulado durante años de carreras y de éxitos como Manager. Todo. Otra vez en su vida puso en primer lugar su sueño, su ilusión y se lanzó a la piscina con todo lo que tenía. Esta vez ya con 47 años.
Siempre podría, si todo fuera mal, volver a empezar como carnicero, pero eso ya no se lo plantea nadie en estos momentos. Su incrédula familia se ha cerrado la boca y sus amigos y conocidos le reconocen ya todos su coraje y valentía al hacer algo tan extraordinario. Y su sueño se ha cumplido.
Ahora ya no es el Manager, el director o cualquier otro nombre de asalariado. Ahora es el PATRON, el DUEÑO del TEAM y ha conservado en su puesto al Manager gerente del equipo el holandés Martin Van Genderen y así Roger puede estar en Europa viendo como todo marcha redondo o irse a USA a ver unas carreras de Christophe, sin tener la presión de que todo dependa de él. Ve como sus técnicos se ocupan de cosas que antes hacía él personalmente y ahora solo revisa su trabajo.
El equipo ha adquirido en Holanda 800 m2 de nave como local donde trabajar, con un terreno anexo de 3.000 m2 y con 200 m2 de viviendas. Además de los 2 camiones y todo el personal contratado. Esta vez el nombre no es ningún jeroglífico, es solo KRT-Kawasaki Racing Team.
Con contrato directo con la fabrica, con japoneses yendo y viniendo, apuntando cada sensación de los pilotos después de cada entreno, cada aportación de los mecánicos, cada hora de funcionamiento de cada pieza. Todo está reportado a Japón.
Ahora todo es profesional 100%, se habla inglés como idioma oficial del equipo, el hijo del dueño no tiene una plaza asegurada y de hecho este 2009 pasado a punto estuvo Sebastien de fichar por KTM. Los Pourcel son amigos de Everts desde hace muchos años y la ficha era mayor en KTM, al final Japón puso el resto y Seb se quedó en KRT, pero ya no por ser el equipo de su padre, sino por las condiciones.
Yo estaba en Bellpuig, allá por el 2005 creo recordar, y en entrenos en los dubbies que había en la parte baja del circuito y que aún se permitían, Seb se topó con un piloto más lento y se calló rompiéndose un brazo. Siempre recordaré como se levantó, se agarró el brazo para que no le quedara colgando y no pude ver en su rostro el más mínimo atisbo de dolor. Ninguna comedia, ningún teatro, ningún mal gesto, solo disgusto y fría racionalidad. Me impresionó. Enseguida apareció su hermano Chris que paró a ayudarle y Stefan Everts, hablaron un momento de cómo se sentía Seb y se fueron a pie los 3 hacia boxes.
Las suspensiones Ohlins que durante años había llevado GPKR pasaron un día a ser cuestionadas por los pilotos y se cambió de golpe a KAYABA, no sin antes pedir una carta de libertad a Ken Ohlins dado que Roger jamás incumple un Contrato.
Hoy en día todo hay que pagarlo, y los Ohlins que llevará este año Rinaldi los pagará con todo el pack de asistencia, un ingeniero en la casa Ohlins y otro en el equipo desplazado en las carreras. Eso son por lo bajo 150.000 euros, de los de verdad, por lo que con estos presupuestos solo se admite la máxima profesionalidad y resultados.
La parte peor de este “trabajo” son las lesiones de los pilotos y esto lo vivó Roger mal cuanod se lesionó su hijo Chris de gravedad en Irlanda en su última carrera en Europa. En los entrenamientos se topó con el también francés Nicolas Aubin, era el Warm Up y estaba tratando de ir lo más rápido posible y en la caída aterrizó encima de la moto de Aubin, golpeándose violentamente el coxis y rompiendo un par de vertebras en esa zona tan dolorosa. Los meses siguientes fueron de mucho dolor para Chris y su padre aún es hoy que no puede hablar abiertamente de ese accidente. Se dijo que quedaría invalido, luego que no podría volver a subirse en una moto, pasó meses y meses en una cama de hospital y por fin su calidad inhumana como piloto le ha permitido volver y ganar en USA en SX y casi en MX. Pero para el padre, que ahora lo ve con ojos felices, esos malos momentos se clavaron como un puñal y sigue traumatizado.
Desde muy jovencitos entendió que el carácter de sus 2 hijos era difícil de gestionar con gritos y broncas y pronto pasó a tratarlos como verdaderos profesionales a los que solo hay que decirles las cosas una vez y luego ellos ya apechugarán con las consecuencias, por ello cuando advirtió a Christophe de que había empezado demasiado aquella temporada no insistió demasiado pero luego vinieron las prisas la presión por ganar a cairoli y las caídas y por fin la caída dramática de Irlanda.
Pero hoy Roger tiene su sueño cumplido y puede ir a USA cuando le place a ver correr a Chris mientras Seb evoluciona en Europa hasta que su hermano le convenza de irse también a América y Roger siga con su KRT Team en Europa o quizás quien sabe………………¿habrá otra aparte de la historia? ¿Continuará siempre en Europa? ¿Volverá a iniciar su sueño en USA con un nuevo TEAM y un nuevo nombre de equipo?
Solo él lo sabe. Yo no me atrevería a apostar, porque con Roger Pourcel todo es posible, solo hace falta que él se lo proponga.

Roger Pourcel: “Since I created our small workshop in Chateauneuf les Martigues 15 years ago I was dreaming of running a factory team one day and here it is. Life is sometimes hard and after Jan passed away last year we knew that his wife planned to sell the team at the end of the year.
“During the season I had some long discussions with Thierry Chizat Suzzoni, we talked about my project and worked hard to develop it and then present it to the management of Kawasaki who finally agree with our proposal. Our goal is to continue the great job that Jan and Martin started with the same spirit.
“For sure we’ll have more pressure as we’ll be the official representatives of Kawasaki in the main motocross class but we’ll keep the same technical staff as Martin and the mechanics confirmed to us that they want to continue with us. We’ll just add to the staff, the mechanic of Sébastien who will stay with us for a third year.
“Sébastien has decided to stay with us and for sure I’m pleased with his decision, in fact we offered him a good deal but we left him free to make his decision as he got many offers from other teams and brands. Next year he will have the best technical support he has ever had and he is already working closely with the Japanese engineers.

Slds a todos!