En primer lugar, el principal objetivo para mí en los entrenamientos cronometrados, se basa en encontrar el mayor feeling posible con la moto y la pista. Al no existir entrenamientos libres previos a las tandas clasificatorias, todo queda muy apretado, así que este es el esquema que sigo en todas las carreras.
Antes de los entrenamientos, realizo un calentamiento muy intenso a base de “footing” y de algunos estiramientos, para que cuando entre en pista al comienzo del entrenamiento cronometrado, el cuerpo este al 100% para empezar a centrarme en el trabajo en pista.
Los primeros 10 minutos los dedico a coger sensaciones con la moto, además de reconocer bien la pista, y memorizar el circuito. Me gusta mucho probar diferentes trazadas, y vigilo en todo momento con mucha atención la evolución del terreno, para ir definiendo las trazadas más efectivas, para el resto del entrenamiento. En este inicio de entrenamiento comienzo con un 70% de intensidad y termino en un 85% aproximadamente.
A los 10 minutos me marcan en la pizarra que ya he cumplido el tiempo previsto y entonces paro en el pit lane. Aprovecho la parada para charlar con mi padre o mi hermano, y les cuento mis sensaciones, además de preguntarles por ciertas zonas del trazado que previamente habíamos considerado decisivas. Ellos me dan sus primeras impresiones, y me aconsejan sobre ciertas trazadas que ellos creen más efectivas. Entre tanto me van quitando algo de barro, para intentar quitar el mayor peso posible de la moto. Bebo un poco de agua y después de aproximadamente 3 minutos me dispongo a volver a pista.
Esta tanda suelo hacerla de unos 8 min donde ya mi intensidad comienza en un 85% de intensidad para terminarla en un 95%, donde la última vuelta del entrenamiento la hago bastante concentrado, para intentar realizar un crono algo más serio. Me sigo fijando mucho en las trazadas y en la evolución del trazado, para ver que líneas son más rápidas pensando en el final del entreno.
También me fijo en el comportamiento de la moto, para ver si modificando las geometrías, entrega de potencia, o suspensiones, me encontraría más cómodo para las mangas posteriores.
Paro en el pit lane de nuevo, y miro la tabla de tiempos, mientras me dan información de ciertas trazadas, y nuevamente me intentar eliminar el mayor peso posible de la moto. Si estoy muy seguro de que modificando los “clicks” de suspensión me encontraría más cómodo, realizo el cambio en esta parada. Hasta este momento mi concentración ha sido la de encontrar ritmo y buenas sensaciones para las mangas, pero los 6 minutos restantes los empleo en hacer 3 vueltas rápidas pensando en buscar un buen crono.
El primer intento hago 2 vueltas rápidas seguidas, teniendo en cuenta la información de las dos anteriores tandas. Estas dos vueltas las hago al 100% de intensidad. Una vez finalizadas doy una vuelta de respiro, donde vuelvo a observar la evolución del terreno y la pista, para dar una última vuelta rápida. Esta última vuelta rápida, si me encuentro con muy buenas sensaciones y con confianza, siempre busco el límite y sobrepaso la barrera del 100%.
No obstante si no he logrado buscar un buen feeling, suelo variar el tramo final del entrenamiento, centrándome en encontrar trazadas que me hagan sentir más cómodo encima de la moto, y dejo solo una vuelta destinada a buscar un crono. Con este formato de una sola tanda de entrenamiento, doy mucha prioridad a encontrar el ritmo y las buenas sensaciones, pensando en las carreras, más que en un crono explosivo.